Los jóvenes podrán aportar a la compresión del riesgo de desastres desde sus comunidades. Durante su servicio, apoyarán a entidades como la UNGRD, la Cruz Roja Colombiana, la Defensa Civil, el Servicio Geológico Colombiano, Parques Nacionales Naturales y el IDIGER.
La iniciativa busca integrar a la juventud en tareas esenciales desde el conocimiento del riesgo a través de procesos educativos en todo el país. Orientarán a las comunidades en procesos de gestión del riesgo a nivel local, apoyarán el monitoreo comunitario y los sistemas de alerta temprana, fortalecerán la Gestión Integral del Riesgo Escolar y acompañarán procesos educativos en el Museo MAGMA.
Esta modalidad de servicio, inscrita en la política de paz total del Gobierno nacional y derivada de los acuerdos de paz de 2016, ofrece 11 líneas de acción para que los participantes desarrollen su vocación y contribuyan al fortalecimiento social.
Las líneas son: alfabetización digital, trabajo con víctimas, cumplimiento de los acuerdos de paz, promoción de políticas de paz, protección del medio ambiente, paz étnica y cultural, protección de personas vulnerables, reforma rural integral, vigías del patrimonio cultural, La promoción de la educación y las actividades gestión del riesgo y cambio climático.
Este primer grupo de jóvenes acompañará a las entidades del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRD) en las ciudades de Sincelejo, Santa Marta, Riohacha, Valledupar, Popayán, Bogotá, Cali, Medellín y Cartagena, y en los municipios de San Sebastián de Mariquita(Tolima), Puracé y Miranda (Cauca), Ocaña (Norte de Santander), Tierra Alta (Córdoba), Uribia (La Guajira), Funza (Cundinamarca), El Bagre (Antioquia), La Uribe (Meta).
Al finalizar su participación, recibirán un certificado equivalente a la libreta militar, así como una certificación de primer empleo que valida la experiencia adquirida durante su servicio. Además, recibirán un auxilio económico mensual correspondiente al 80 % de lo percibido por un soldado regular.
A la fecha, más de 400 jóvenes integran la primera generación del Servicio Social para la Paz, eligiendo un camino que contribuye a la transformación social y al fortalecimiento de una cultura de paz en Colombia.