Con el terreno listo, se iniciará la construcción de la primera fase, que
contempla 420 viviendas de las 909 previstas.
La diligencia se desarrolló durante cinco días y avanzó de manera pacífica,
con acompañamiento institucional permanente y el retiro voluntario de
120 familias que permanecían en el predio. Durante el proceso se
garantizaron 300 trasteos de bienes y materiales, sin costo para las
familias.
Las labores contaron con el apoyo de la Unidad Nacional para la Gestión
del Riesgo de Desastres (UNGRD), la Policía Nacional —incluyendo
unidades de protección animal—, la Procuraduría General de la Nación y
la Defensoría del Pueblo.
También participaron la Personería de Mocoa, el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar (ICBF), la Unidad para la Atención y Reparación
Integral a las Víctimas, el Cuerpo de Bomberos del municipio y las
Secretarías de Salud y de Gobierno.
La UNGRD apoyó el operativo con recursos logísticos para la operación de
camiones, obreros y cuadrillas de trabajo, y garantizó las condiciones
requeridas para la fuerza pública durante la diligencia.
Asimismo, se adelantaron las labores necesarias para culminar el
cerramiento del predio, una obra que no había sido posible ejecutar
debido a la ocupación del terreno.
Durante esta administración, la UNGRD suscribió un contrato con
ENTerritorio por más de $80.000 millones y proyecta inversiones
superiores a $150.000 millones para la construcción de las 909 viviendas
y sus obras complementarias.
Paralelamente, la entidad sostiene
subsidios de arriendo temporal para cerca de 800 familias, garantizando
alojamiento digno mientras avanzan las obras.
La restitución del predio Sauces II permite retomar el proceso de
reconstrucción de Mocoa y cumplirles a los damnificados, quienes
llevaban más de ocho años esperando por una vivienda segura, digna y
planificada.