Con una inversión superior a $19.800 millones, la entidad intervendrá dos puntos críticos de la vía Río Viejo – Regidor, donde se han registrado pérdidas de banca de hasta 2,5 metros y daños en la carpeta asfáltica.
El plan contempla la construcción de espigones con geobolsas de alta resistencia y la recuperación de la banca, con un plazo de ejecución de ocho meses, incluyendo un primer mes para la revisión y ajuste de estudios y diseños.
Estos espigones son estructuras hidráulicas transversales que se levantan desde la orilla hacia el cauce del río y su función principal es modificar el flujo del agua, proteger las riberas, y controlar procesos de socavación que afectan la vía.
“Con estas obras protegemos la vida y el bienestar de más de 5.100 familias, garantizando que la región no quede incomunicada y que las comunidades puedan acceder a salud, educación y comercio de manera segura”, afirmó Carlos Carrillo, director de la UNGRD.
La intervención busca asegurar la conectividad entre Bolívar y Cesar, facilitando el transporte de alimentos, medicamentos y otros bienes esenciales, y fortaleciendo la resiliencia de la región frente a futuros eventos de erosión.