La primera olla está ubicada en el corregimiento de Hibácharo, mientras que la segunda opera en el casco urbano.
Las ollas benefician a la comunidad damnificada por el movimiento en masa registrado en noviembre de 2022 que destruyó más de 80 viviendas, el cementerio y algunas calles del municipio.
La olla comunitaria del corregimiento Hibácharo y la del casco urbano, habían sido suspendidas el 17 de octubre y el 30 noviembre de 2023, respectivamente. Esta reactivación permite culminar el tiempo faltante para completar los 90 días reglamentarios.
Este esfuerzo es parte del compromiso de la UNGRD con las comunidades locales, cuyo propósito es asegurar la soberanía alimentaria y fomentar la economía popular en la región.
En cumplimiento del pilar del Plan Nacional de Desarrollo que promueve el "Derecho Humano a la Alimentación", y en el contexto de la emergencia nacional declarada en 2022, estas ollas comunitarias también buscan crear espacios para el intercambio de saberes, sabores y experiencias entre los miembros de la comunidad.
La reactivación de estas Ollas Comunitarias fortalece el vínculo entre el Gobierno y los ciudadanos, reafirmando la misión de la UNGRD de llegar a los territorios más vulnerables del país y defender su cultura, cosmovisión y derechos.
Actualmente, la entidad está concluyendo el plazo contractual de algunas ollas comunitarias que habían sido suspendidas por diversas circunstancias. Al mismo tiempo, se encuentra en proceso de diseñar una nueva estrategia llamada "Comedores Populares", cuyo objetivo es fortalecer las organizaciones comunitarias, como las juntas de acción comunal, en cumplimiento del mandato presidencial.
