Con una inversión de $24 mil millones, esta iniciativa promete mejorar la seguridad y calidad de vida de más de 180.000 habitantes.
La quebrada Suratoque, que atraviesa el municipio de Piedecuesta, es vulnerable a inundaciones, lo que ha causado anteriormente daños a viviendas y a la infraestructura local.
Ante esta situación, se ha ejecutado una serie de acciones correctivas que comprende la canalización del curso de agua y la adopción de estrategias de regulación, con el objetivo de mitigar el impacto de futuras incidencias.
Estas medidas buscan salvaguardar la integridad de la zona y sus habitantes, asegurando un manejo más eficiente del recurso hídrico y una mayor resiliencia frente a posibles emergencias.
Esta importante obra no solo ha reforzado la resiliencia del municipio frente a las inundaciones, especialmente durante la temporada de lluvias, sino que también ha tenido un impacto positivo en la economía de la región.
La creación de 40 empleos, entre directos e indirectos durante el tiempo de la obra es testimonio del compromiso con el fortalecimiento económico y la protección del bienestar de la comunidad de Piedecuesta.
La UNGRD, bajo la dirección de Carlos Carrillo, está comprometida con el desarrollo de un proceso de articulación eficiente con las autoridades departamentales y locales. El objetivo es establecer estrategias sólidas y efectivas que contribuyan a la prevención, mitigación y manejo adecuado del riesgo de desastres.
Por su parte Oscar Santos Galvis, alcalde de Piedecuesta señaló: “este es uno de los proyectos más importantes que se han realizado en los últimos años, una obra que mitiga muchas necesidades, especialmente durante las lluvias. Con el apoyo del Gobierno departamental y nacional, esperamos traer muchas más obras de esta magnitud para los piedecuestanos, mejorando así la infraestructura y calidad de vida en la región."
Con la entrega de la obra se concluyen todas las actividades contractuales, incluyendo tareas adicionales solicitadas por la comunidad para garantizar la completa funcionalidad y eficacia del proyecto.
Este desarrollo no solo representa un avance en la infraestructura de la región, sino que también es un claro ejemplo de cómo la gestión del riesgo de desastres se traduce en beneficios tangibles para la comunidad de Piedecuesta.
