Con una inversión superior a $600 mil millones, estas obras benefician directamente a más de un millón de colombianos en 33 municipios de 12 departamentos del país.
Las intervenciones incluyeron el control de inundaciones, la estabilización de terrenos y la construcción de obras de contención, fortaleciendo así la capacidad de las comunidades para gestionar los riesgos, especialmente durante la temporada de lluvias. Estas iniciativas no solo incrementan la seguridad, sino que también promueven un desarrollo sostenible.
Impacto a nivel nacional
En Santander, donde se realizó la mayor inversión, se ejecutaron ocho proyectos con una inversión cercana a $195 mil millones, beneficiando a más de 364 mil personas mediante obras de control de inundaciones y estabilización de áreas críticas.
En el departamento de Magdalena, $95 mil millones fueron destinados a cuatro proyectos para mitigar el riesgo de desbordamientos. Un total de 37 mil habitantes en municipios estratégicos se beneficiaron con esta inversión.
Casanare avanzó con cinco obras valoradas en más de $80 mil millones, beneficiando a 11.964 ciudadanos.
Por su parte, Atlántico destinó $65.588 millones a cuatro proyectos que mejoraron la seguridad de 12.589 habitantes del departamento.
En Antioquia, los $45 mil millones invertidos en cuatro proyectos permitieron proteger a 319 mil habitantes.
En Sucre y Córdoba, con dos obras cada uno, se invirtieron $37.797 millones y $31 mil millones, respectivamente, logrando un impacto positivo en 32 mil personas.
Norte de Santander ejecutó cuatro proyectos por $28.599 millones, mejorando las condiciones de vida de 10.730 ciudadanos.
En Meta, un proyecto valorado en $14 mil millones benefició a 200 mil habitantes.
Otros departamentos como Bolívar, Huila y Caquetá también se sumaron al balance positivo, con inversiones que oscilaron entre $8 mil millones y $11 mil millones, transformando la seguridad de comunidades vulnerables.
Estas obras incluyeron la construcción de estructuras hidráulicas, la estabilización de terrenos, obras de contención y la mitigación de riesgos naturales, fortaleciendo la seguridad de las comunidades en áreas vulnerables.
Gracias a estas intervenciones, más de un millón de colombianos están mejor preparados y protegidos ante los eventos generados por la variabilidad climática.