Médicos y paramédicos de México, Salvador, Guatemala, República Dominicana, Perú, Ecuador, Costa Rica, Bolivia y Colombia tuvieron la oportunidad de conocer y observar cómo funciona el sistema de atención de emergencias en ese país; visitar el norte de Japón, una de las zonas afectadas por el terremoto y tsunami del 2011; así como también el sur del país el cual es propenso a que se presenten fenómenos volcánicos, terremotos e inundaciones, todo lo anterior alineado con el Marco de Sendai en su prioridad 4.
Durante el encuentro, la UNGRD presentó el accionar del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres – SNGRD al momento de ocurrir una emergencia y las experiencias exitosas que ha tenido el país en cuanto a la gestión del riesgo.
“Colombia ha sido un país que ha venido desarrollando innumerables estrategias en la gestión, prevención y el manejo del riesgo de desastres. Hemos seguido el ejemplo de JICA en cuanto al manejo de los desastres de forma efectiva logrando salvar vidas humanas. Igualmente en el proceso de la administración médica en desastres existen aún procesos en los cuales Colombia puede beneficiarse como lo es la gestión de equipos médicos y la atención diaria cuando se presentan emergencias y la creación de hospitales seguros que además puedan responder efectivamente frente a los desastres” afirmó Daniel Rincón, médico del grupo USAR COL-1.
Por su parte el Director Yoshiyuki Akamatsu del Centro de Aprendizaje para la Reducción de Desastres- DRLC manifestó que “Hemos ofrecido este programa de co-creación de conocimiento durante 16 años para fortalecer los sistemas de medicina de desastres en los países de América Latina. Creo que la participación de Colombia desde el 2003 es muy importante y más cuando se cuenta con participantes entusiastas como Colombia que compartió sus conocimientos y experiencias e incluso brindó algunos aportes que creemos firmemente que contribuirán mucho al desarrollo del sistema de medicina para desastres y a la cooperación mutua con otros países de la región".
Esta clase de encuentros son una oportunidad para el país de intercambiar conocimientos que permitan ser aplicados durante alguna emergencia ocasionada por un fenómeno natural o antrópico no intencional en procura siempre del bienestar de las comunidades.
