Los incendios de cobertura vegetal han sido los eventos que más se han registrado durante esta temporada, siendo atendidos los 319 incendios que se han presentado en 154 municipios del país desde el 16 de diciembre de 2020 a la fecha. Al momento no hay incendios forestales activos.
Estos eventos se han registrado en su mayoría en los departamentos de Meta, Boyacá, Cesar, Cundinamarca y Santander, siendo consumidas aproximadamente unas 10.670 hectáreas, cifra que está en verificación por parte de las entidades territoriales con las respectivas corporaciones autónomas.
Para la respuesta de estos eventos se ha desplegado a las entidades territoriales y nacionales del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres en coordinación con los Consejos de Gestión del Riesgo de los departamentos y municipios que han requerido la atención de eventos.
Así mismo y bajo el liderazgo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible se han realizado este año 3 sesiones de la Comisión Nacional Técnica Asesora de Incendios Forestales, en donde se ha hecho seguimiento a los diferentes eventos registrados en el país, especialmente para la respuesta en el incendio que se presentó en el Parque Nacional El Tuparro en los primeros días del mes de febrero y que fue controlado y liquidado en una operación en la que participaron más de 80 unidades de las entidades del SNGRD.
Así mismo, se han registrado otros eventos relacionados a la temporada seca como las heladas y el desabastecimiento de agua. Por las heladas se ha visto afectado 1 municipios en Santander y por desabastecimiento de agua 9 municipios del departamento de Sucre.
En este sentido, desde diciembre del 2020, el país cuenta con un Plan Nacional de Contingencia que reúne los diferentes lineamientos desde cada uno de los sectores y los preparativos para la respuesta, así como los planes de mitigación para evitar mayores consecuencias de la temporada seca.
Desde la UNGRD se ha venido haciendo el seguimiento respectivo con los territorios, activando los protocolos de respuesta para estos eventos y con el monitoreo respectivo para apoyar a las autoridades municipales y departamentales en la atención.
Pronósticos y alertas
Es importante resaltar que de acuerdo con la información del IDEAM, tras la persistencia durante al menos 5 meses consecutivos de las alteraciones oceánicas y atmosféricas en la región del Pacífico tropical se consolidó el fenómeno La Niña desde agosto de 2020, el cual se extenderá hasta el mes de mayo de 2021, incidiendo de esta forma en el incremento de lluvias hasta en un 40% por encima de los registros históricos para los próximos meses.
En este sentido, para marzo los pronósticos del IDEAM, indican que las regiones Caribe y Andina se prevén lluvias por encima de lo normal hasta en un 40% a excepción del norte del Cesar en donde se el déficit también podrá ser del 40%. Para el Chocó en la región Pacífica se prevén condiciones cercanas a los promedios históricos y déficit de hasta el 40% de precipitaciones para Valle, Cauca y Nariño.
Se destaca que el mes de marzo, es la transición entre la primera temporada seca y la primera temporada de lluvias del país, por lo que es necesario empezar a alistar los planes de contingencia respectivos para la época de conformidad también con los pronósticos que emitan la autoridad técnica al respecto.
Polvo del Sahara en Colombia
Como lo ha venido anunciando el IDEAM desde inicio de semana, el polvo del Sahara es una masa de aire proveniente del continente africano que se presenta en varias épocas del año, entre febrero y abril, junio y julio; y en octubre. Esta capa de aire cargada de polvo procedente del desierto, se desplaza hacia el occidente y puede tener una periodicidad de entre 3 y 5 días.
Este fenómeno puede reducir la visibilidad, especialmente para el tráfico aéreo, aumenta las temperaturas superficiales y reducir las lluvias.
En este sentido, se hace un llamado a las autoridades a mantenerse alerta ante este evento natural que puede alterar las condiciones del aire, por lo que deben adoptar las medidas necesarias para mitigar los posibles efectos de esta masa de aire. Así mismo, las comunidades deben mantenerse alerta, implementar medidas como la exposición a este polvo, resguardarse y mantener puertas y ventanas cerradas mientas pasa el fenómeno.
También deben cubrirse las fuentes de agua como pozos, estanques o recipientes de almacenamiento y utilizar continuamente elementos de protección personal como gafas, tapabocas, o pañuelo de tela húmedo para cubrir nariz y boca.
