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Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres

Estrategias territoriales e implementación de instrumentos de protección financiera, un reto mayor en la buena gobernanza del riesgo de desastres.

Omitir vínculos de navegaciónUNGRD
29/10/2020 17:20
Estrategias territoriales e implementación de instrumentos de protección financiera, un reto mayor en la buena gobernanza del riesgo de desastres.

“En este mes de octubre, tuvimos la oportunidad de debatir sobre ordenamiento territorial e instrumentos de planificación, tocamos esa afinidad real entre la gestión del riesgo de desastres y el cambio climático. Hablamos sobre la gobernanza y la responsabilidad público, privada y comunitaria, y concluimos hoy con un conversatorio de carácter internacional, para dialogar sobre la gestión financiera del riesgo de desastres”, así lo indicó Eduardo José González, Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres en el último conversatorio del mes de la Reducción del Riesgo de Desastres 2020. 

​Este espacio denominado "Mecanismos de financiación y planificación en gestión del riesgo de desastres", que contó con la moderación de la Especialista en Financiamiento de Riesgos de Desastres del Banco Mundial,  Ana María Torres, permitió conocer las experiencias de entidades territoriales e internacionales frente a la implementación de estrategias e instrumentos de protección financiera, y también la incidencia del COVID- 19 en la planificación e inversión en la Gestión del Riesgo de Desastres. 

Es así que este diálogo en el que interactuaron el Director General del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) de México, Enrique Guevara Ortíz; al Especialista Senior del Sector Financiero del Banco Mundial de Costa Rica, José Ángel Villalobos; el Director General del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER), Guillermo Escobar Castro; y el Director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá Juan David Palacio Cardona, contextualizó a los participantes en la importancia de contar con instrumentos para la retención y transferencia del riesgo, así como de su inclusión en los Planes de Desarrollo Territorial, en los Planes de Gestión de Riesgo de Desastres, en las estrategias de protección financiera, al igual que en la ejecución de los mecanismos de financiación para la Gestión del Riesgo de Desastres. 

En el marco de estas proposiciones, el abordaje temático evidenció la relevancia de incorporar en la política pública, el marco orientador que conlleve a la implementación de diversos instrumentos financieros, que soporten la Gestión del Riesgo de Desastres.  Así mismo, el conversatorio trajo a la luz los retos de las diferentes entidades para enfrentar una pandemia como la emergencia sanitaria causada por el COVID-19, que obligó al mundo a redistribuir sus recursos y a generar estrategias prontas para afrontar un evento sin precedentes, las cuales, han dejado como resultado grandes enseñanzas, que trascenderán en nuevas visiones de la planificación financiera para la gestión del riesgo de desastres. 

Así también lo manifestó la Subdirectora para el Conocimiento del Riesgo de la UNGRD, Lina Dorado González:  

"Teniendo en cuenta las condiciones de riesgo existentes y las situaciones inesperadas que se presentan, como la actual emergencia sanitaria por el COVID19, tenemos que impulsar nuestros esfuerzos no solamente en salvar vidas, sino en generar procesos de desarrollo que garanticen condiciones de sostenibilidad hacia el futuro.  Esto es muy importante porque los recursos y el financiamiento de la Gestión del Riesgo de Desastres no siempre son suficientes para realizar una adecuada planificación en la financiación del conocimiento, la reducción del Riesgo y la preparación para la respuesta a emergencias", resaltó Lina Dorado. 

Finalmente, y dentro de los mayores retos que tiene el país y el mundo, se precisó en que es mejor anticiparse a los riesgos por la vía de la planificación e inversión en procesos de conocimiento, reducción del riesgo y preparación para la respuesta, y reducir así el riesgo fiscal que causan los desastres en el país, para lo cual, será clave, la incorporación territorial del proceso de planificación del riesgo residual y la adecuada ejecución de estrategias y herramientas financieras ante el riesgo de desastres.